| proyección social | |||||||||
El INSTITUTO DE VICTIMOLOGÍA desde su creación, ha desarrollado de manera constante e innovadora diversas acciones de proyección social orientadas a la promoción de los derechos humanos, la atención integral a víctimas del conflicto y la consolidación de una cultura de paz en el territorio. Estas iniciativas han buscado fortalecer el vínculo entre la academia y la comunidad, aportando a la misión institucional de formar profesionales comprometidos con la justicia social y el bienestar colectivo.
Entre las experiencias más significativas se encuentran las brigadas comunitarias realizadas en Lebrija, Girón, Rionegro y el barrio Colorados de Bucaramanga, actividades que se llevaron a cabo con el acompañamiento del Consultorio Jurídico y el apoyo logístico de los estudiantes adscritos al Instituto de Victimología, desde el su vinculación al Voluntariado o a través de sus estrategias de Formación para la Investigación: el Colectivo Académico Pensamiento Sociopolítico por la Construcción de Paz y el Semillero de Investigación en Derechos Humanos y Justicia Transicional. Estas brigadas han permitido brindar orientación jurídica, acompañamiento psicosocial y formación en derechos humanos, favoreciendo no solo a las víctimas del conflicto armado, sino también a comunidades en situación de vulnerabilidad que requieren atención y respaldo institucional.
Asimismo, el Instituto ha asumido un papel central como organizador de eventos institucionales, tales como la Semana por la Paz y la Conmemoración del Día de las Víctimas, escenarios que han trascendido lo académico al convertirse en espacios de encuentro, memoria y reconciliación. Estas actividades han fortalecido la participación ciudadana y han sensibilizado a la comunidad universitaria y a la sociedad en general frente a la importancia de la justicia restaurativa, la reparación simbólica y la convivencia pacífica.
De igual manera, se ha promovido la realización de exposiciones y stands de Derechos Humanos, que han permitido visibilizar los procesos de investigación y extensión, así como generar escenarios de diálogo entre estudiantes y docentes. Estas iniciativas han contribuido a consolidar una universidad abierta a la sociedad, capaz de responder a los retos del posconflicto y de aportar, desde la formación académica y la acción social, a la construcción de nuevas ciudadanías.

